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Por Phyllis Hendry Halverson

El mundo tiene la desesperada necesidad de un modelo de liderazgo distinto. Hemos visto el impacto negativo de los líderes que se sirven a sí mismos en cada sector de la sociedad en todo el mundo.

Al ver el mundo que nos rodea, es fácil asumir que la única forma de liderar es cuidar de nosotros mismos. Mirar a Jesús ofrece una perspectiva distinta. Escuchamos sus palabras: «No ha de ser así entre vosotros». Lo vemos lavando los pies de sus discípulos. Sus palabras y acciones modelan una nueva forma de liderazgo.

Nuestras experiencias y aprendizajes en los últimos 10 años con nuestro ministerio Lead Like Jesus (Lidera como Jesús) nos recuerdan constantemente que lo más importante en el liderazgo es el líder; lo más importante del líder es su corazón, y la más importante conexión al corazón de un líder es Dios.

La mayoría de los recursos sobre liderazgo se enfocan en técnicas de administración, competencias, estrategias y tácticas, a la vez que ignoran lo más importante del liderazgo: los líderes propiamente tales. En Lead Like Jesus, creemos que el cambio real y perdurable inicia desde adentro. Cuando un líder escoge permitir que Jesús lo transforme desde adentro, dicha elección tendrá un efecto en todos y en todo en lo que ese líder influye.

Aclaremos: usted no puede liderar como Jesús sin Jesús.

Un enorme beneficio se da en las vidas de las personas que lideran como Jesús: libertad. Jesús es el único que ofrece un modelo de liderazgo cuya base es la libertad y la seguridad completa en él y su poder que obra dentro de nosotros. Mientras que el mundo continúa arrojándonos soluciones que se basan en el auto-fortalecimiento, la autoconfianza, la competencia, la presión social y el desempeño, liderar como Jesús nos libera de alcanzar alturas de influencia que nunca seríamos capaces de alcanzar por nuestra cuenta. Cuando somos libres del orgullo y el miedo, libres para aceptar con humildad la retroalimentación y admitir nuestras equivocaciones, y nos fortalecemos lo suficiente para pasar por alto las ofensas y perdonar los errores de otros, podemos liderar a personas y ayudarlas a alcanzar todo su potencial.

Aun así, en la perspectiva de algunos líderes, liderar como Jesús es algo «blando» o impráctico. Por esta razón, muchos líderes siguen evitándolo. Los resultados de esta forma de pensar son claros: constantes luchas, empleados insatisfechos, líderes frustrados, familias destruidas, iglesias divididas, y equipos y organizaciones caóticas y con mal desempeño.

Intente imaginar líderes que lideren como Jesús. Líderes que aman tanto a aquellos sobre los que influyen que los ayudan a ir desde donde están hasta donde Dios quiere que vayan. Líderes que hacen responsables a las personas, las motivan a diario, que confrontan los retos y que dan autenticidad, carácter e integridad a cada interacción. Líderes que desean guiar a otros en la misma senda. Ahora imagine un mundo lleno de estos líderes.

No hay necesidad de buscar más. Tenemos el modelo perfecto de liderazgo en Jesús. Solo necesitamos seguirlo y permitirle obrar en y a través de nosotros.

Pese a que hemos declarado por muchos años que Jesús es el más grande modelo de liderazgo de todos los tiempos, no nos hemos percatado de todo el alcance de los dones de liderazgo que nos ofrece. Jesús no solo es el más grande siervo líder, sino también el más grande visionario, el más grande formador y motivador de equipos, y el más grande agente de cambio de todos los tiempos. De hecho, no podemos pensar en algún atributo del liderazgo que Jesús no moldee en todos los que entrenó como sus discípulos. Ahora, más de dos mil años después, Jesús tiene más seguidores que los que cualquier líder en el mundo haya tenido.

También hemos aprendido que liderar como Jesús supone un liderazgo basado en el amor. De hecho, Dios busca que el resultado principal de nuestro liderazgo e influencia sea mostrar a las personas el amor de Jesús. Liderar como Jesús es básicamente un asunto del corazón. Es también el pensamiento más alto de la mente, es la principal obra de las manos, se expresa a través de los hábitos y por ellos se aviva.

La fórmula todo – amor = nada no es invención nuestra. Es la ley irrefutable del Reino de Dios, cumplida a la perfección en Jesús. También es la característica que define el modelo del liderazgo de Jesús.Liderar como Jesús supone amar como Jesús.

¿Qué modelo de liderazgo sigue usted?

Ken Blanchard y Phil Hodges también contribuyeron con este artículo. Ambos son autores exitosos y entrenadores de líderes. En 1999, cofundaron el ministerio Lead Like Jesus, que busca ayudar a hombres y mujeres de fe a predicar con el ejemplo en el trabajo. Publicado originalmente por el Institute For Faith, Work & Economics (tifwe.org). Este artículo apareció originalmente en «Faith at Work: Individual Purpose, Flourishing Communities», un informe especial publicado por IFWE y el Washington Times. Reimpreso con permiso. Phyllis Hendry Halverson sirve como Presidenta inaugural y Directora de Lead Like Jesus. Es coautora de Lead Like Jesus Revisited, junto con Ken Blanchard y Phil Hodges.

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